Reclamaciones a CaixaBank y Bankia: ¿qué pasará con el IRPH, las tarjetas revolving o las preferentes?

  • Home
  • Noticias
  • Reclamaciones a CaixaBank y Bankia: ¿qué pasará con el IRPH, las tarjetas revolving o las preferentes?

Los clientes que estén a la espera de una resolución judicial deben tener claro que la fusión no cambiará nada: sus reclamaciones seguirán teniendo validez y la nueva entidad será responsable.

A la espera de que los consejos de administración de los dos bancos tomen una decisión, ya sabemos que la entidad resultante de la posible fusión de Bankia y CaixaBank sería el primer grupo bancario de España por activos y acapararía la mayoría de nóminas, créditos, hipotecas e incluso, oficinas. Un gigante financiero que agruparía, también, multitud de reclamaciones que siguen a la espera de resolución por cláusulas suelo, IRPH o tarjetas revolving, entre otras.  

“Estos problemas podríamos considerarlos endémicos tanto en CaixaBank como en Bankia, pero también en todo el resto de la banca española. Las cláusulas suelo tienen en estos momentos más de 200.000 demandas por los juzgados en total. Incluso el fraude de las preferentes todavía tienen pendientes miles de casos en los juzgados”, recuerda Manuel Pardos, presidente de Adicae.

Tras conocerse el acercamiento entre las dos entidades, la asociación ha comenzado a organizar a los consumidores y clientes de Bankia y CaixaBank con el objetivo de garantizar que son tenidos en cuenta. “Tenemos decenas de miles de socios de ambas entidades. Lo primero que vamos a hacer es informarles de sus derechos y de sus posibilidades y de pedir dos cuestiones que nos parecen principales: saneamiento de problemas anteriores y que la nueva entidad ofrezca mejoras a los usuarios”, indica.
En líneas generales, aquellos usuarios que sigan a la espera de una resolución judicial deben tener claro que la fusión no cambiará nada, ya que la nueva entidad será responsable de cualquier tipo de contencioso o reclamación que herede de los dos bancos matrices.
Lo ideal sería que el banco resultante pusiera el contador de causas pedientes a cero antes de iniciar su actividad.

Por ello, Adicae considera que lo ideal sería que el banco resultante pusiera el contador de causas pedientes a cero antes de iniciar su actividad. ¿Cómo? Priorizando el dar a los demandantes una respuesta rápida y satisfactoria, a poder ser a través de negociaciones y acuerdos colectivos. Esto supondría una mejora también para la imagen y su historial, “tan negativos con los clientes”. Y en su opinión, ayudaría a alcanzar la segunda de las peticiones, de forma que la fusión no sea algo negativo, “sino una gran ocasión de mejorar la relación con la clientela y ser un gran banco español”.

IRPH, HIPOTECAS MULTIDIVISA…

Según los datos de la compañía online de servicios legales reclamador.es, CaixaBank y Bankia fueron en 2018 el segundo y tercer banco más reclamado por cláusulas abusivas de las hipotecas, únicamente superados aquel año por BBVA.

La entidad catalana es una de las cuenta con más préstamos hipotecarios referenciados al IRPH en su cartera, un asunto que, pese a que se ha ido juzgando en nuestro país, ha recibido un espaldarazo con la sentencia de la justicia europea, que abrió la puerta a anular hipotecas vinculadas al IRPH si son abusivas. También Bankia tiene una elevada exposición, como consecuencia de la integración de varias cajas de ahorros que tenían tal índice como referencia principal en sus préstamos, ya fuera para la financiación de vivienda libre o en los préstamos otorgados para la adquisición de viviendas de precio tasado o protección oficial.

En los últimos meses se ha registrado un volumen más elevado de reclamaciones de consumidores y podría ser decisiva también la Sentencia del Tribunal Supremo, que se espera para el 30 de septiembre, en relación a la interpretación y aplicación que dé a la dictada por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea el pasado mes de marzo.

De igual forma, CaixaBank es, junto con Bankinter, la entidad más expuesta y condenada por la colocación de hipotecas multidivisa, como consecuencia de la adquisición del negocio de banca minorista, gestión de patrimonios y banca corporativa de Barclays en España.

Y de nuevo, Adicae estima que CaixaBank es también mayoritaria en cuanto al volumen de clientes endeudados con las tarjetas revolving, otro de los contratos que ha acabado en los tribunales y que se ha saldado con una sentencia del Supremo en la que se posicionó a favor de los demandantes al calificar su interés de usurario.

“Sus reclamaciones seguirán teniendo validez pese a que se produzca la fusión. En estos casos, lo que sucede es que la nueva entidad comunica al Juzgado que está llevando el asunto lo que se denomina ‘sucesión procesal’, es decir, que el banco resultante de la fusión pasa a convertirse en el nuevo demandado”, incide Almudena Velázquez, codirectora legal de reclamador.es.

Esta abogada experta en Derecho Bancario, de Consumo y Seguros espera que “no se produzca un caos en la gestión de esos expedientes judiciales y conservación de la documentación, como sí sucedió en operaciones semejantes de fusión o absorción”, ya que esto perjudica tanto a la entidad como a los clientes, que como sucede en el caso de las tarjetas revolving carecen del contrato original.

¿EN QUÉ POSICIÓN QUEDARÍAN LOS CLIENTES?

Los 13,7 millones de clientes de CaixaBank (de los que 7 millones son digitales) y los más de 8 millones de usuarios de Bankia no verán ningún cambio en su operativa diaria hasta que no se materialice la fusión

Una vez se firme, los cambios en los servicios, como podría ser una nueva numeración en las cuentas, podrían tardar semanas o meses en producirse. No obstante, desde el comparador financiero HelpMyCash apuntan a que lo más probable es que tanto los productos como las tarifas se acaben igualando. 

En este sentido, cabe destacar que todo aquello que está firmado en un contrato, ya sea de una cuenta corriente, un crédito al consumo o un préstamo hipotecario, no puede modificarse de forma unilateral por parte de la entidad financiera.

Además, solo por el mero hecho de fusionarse y ser una nueva entidad debe preguntar al cliente si quiere mantener sus productos, y el cliente podrá ejercer su derecho a «irse sin ninguna penalización”, asegura el presidente de Adicae. “Se le tiene que consultar si quiere seguir en las nuevas condiciones como clientes, esta es una gran arma de los consumidores que no dejaremos de utilizar”, detalla Manuel Pardos.

Por ejemplo, los que tengan una hipoteca no podrán ver modificadas las condiciones que figuran en su contrato. Para llevar a cabo cualquier cambio deberá realizarse una novación, en la que estarán de acuerdo tanto el banco como el cliente. Cuestión diferente es todos aquellos aspectos que no estén detallados por contrato, ya que sí podrían sufrir modificaciones, aunque siempre debe haber antes una notificación por parte de la entidad.

En el caso de los fondos de inversión y depósitos, habría que estar pendiente de posibles cambios en la denominación o incluso en la calificación en cuanto al riesgo de pérdida de capital o diferente rentabilidad. En todos estos supuestos, el banco tendría que informar  al cliente de forma previa.

¿Y LOS PEQUEÑOS AHORRADORES?

El siguiente paso tras la aprobación de los dos consejos de administración, que como hemos comentado todavía está pendiente, sería convocar a sus juntas de accionistas para que den el visto bueno a la operación. En este caso, Adicae también ha pasado a la acción y está reuniendo a los pequeños ahorradores e inversores minoritarios de cara a poder participar en sendas asambleas generales. 

En conjunto, la fusión afectaría a los 173.000 pequeños accionistas ahorradores de Bankia y a los más de 570.000 de CaixaBank, de acuerdo con la asociación de consumidores. “Como dueños teóricos tienen derechos, son muy numerosos y además generalmente son clientes del banco. A esta masa social se la tiene que tener también en cuenta”, afirma Pardos. “Queremos ejercer esa fuerza, de los pequeños ahorradores accionistas y de los clientes, para que la nueva entidad limpie y sanee la imagen y mejore las ventajas de los clientes”, añade.

Tanto Bankia como CaixaBank informaron el pasado 3 de septiembre a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de que estaban analizando una fusión y que han iniciado el proceso de due diligence para compartir datos y valorar la operación, que cuenta con el beneplácito del Estado, accionista mayoritario de Bankia a través del FROB.

Fuente: byzness.elperiodico.com